El costoso camino de una afición
Publicado por Jose Manuel Moldes el 03/06/2024
¡Muy buena, frikis! Hace unas semanas, subí a mis redes sociales una foto de un The Legend of Zelda: Majora’s Mask para Nintendo 3DS precintado que se vendía en una tienda de segunda mano por 200€ (199,80€ para ser más exactos), esta publicación tuvo un impacto mayor que el que suelen tener mis publicaciones, con muchos “me gusta”, mucha gente compartiendo y, lo que más interesante me parece, muchos comentarios.
Digo interesante porque, como muchos podréis imaginar, a la gente le parecía un precio desorbitado para un juego de 3DS, sin embargo, sí que tuvo algún comentario y respuestas a ellos (pocos todo sea dicho) que no le pareció un precio descabellado, porque se trataba de una edición española precintada.
Sinceramente, no sé si lo de que es una edición española es cierto o no, no se distinguirlo con ver la carátula, pero lo que si me ha sorprendido ha sido ver como hay gente que no solo llega a aceptar ese precio, sino que además le parece incluso barato (os dejo la publicación aquí mismo). Esto me ha hecho pensar en cómo hemos llegado a eso y cómo es posible que lo aceptemos sin más, y sobre eso va ir este pequeño artículo de opinión.
Antes de empezar, me gustaría aclarar, como siempre hago, que esta es mi opinión, puede no coincidir con la vuestra, pero si me gustaría que la respetaseis; de hecho, me gustaría también conocer la vuestra con respecto a este tema.
Es cierto que, si bien la industria del videojuego es todavía joven en comparación con la del cine, ya cuenta con unos años en sus espaldas y, si a esto le añadimos que es una industria tecnológica, hace que unos pocos se conviertan en un salto enorme (PlayStation 2 ha salido hace 24 años y el salto que ha habido hasta la PlayStation 5 ha sido grandísimo) y que los productos queden descatalogados y no haya forma de conseguirlos de una manera más rápida que en cualquier otra industria. Esto ocurre también con el softawe para estas máquinas, que al ser exclusivo de ellas, hace que también sufra este efecto.
Este es el principal causante de ese incremento de precios que sufren muchos productos, la dificultad para conseguirlos, pero otro causante también es la escasez de ellos, además, la aparición de servicios de suscripción como Game Pass de Microsoft y el auge de las ventas digitales ha hecho que la venta de juegos físicos caiga y cada vez más veamos como muchos lanzamientos sean solo en digital (Alan Wake 2, sin ir más lejos).
Pero no son los únicos motivos, o más bien, estos se suman a otros, como la opinión que haya sobre ellos, por ejemplo. Todo esto junto crea un caldo de cultivo casi perfecto, pero nos falta uno, y puede que el más importante: El “FOMO”. Si no sabéis lo que es esto, son la siglas en inglés de “Fear of missing out” o traducido al castellano, el miedo a quedarse fuera de algo (no formar parte) o quedarse sin algo. Con la traducción ya os podéis imaginar lo que es el FOMO, y justamente este es el pié de apoyo sobre el que se sostiene toda esta burbuja, la especulación que existe alrededor de todo producto que se vende a un precio desorbitado (sean videojuegos, música, películas, etc…) y por lo que mucha gente paga precios abusivos por productos antiguos, o no tan antiguos, con que haya escasez llega y el producto sea catalogado como “de culto” para ver precios que superan los cientos e incluso los miles de euros.
La situación está siendo tan extrema que incluso se especula con productos que todavía no han salido a la venta, con las reservas. Así no era difícil ver, por ejemplo, ediciones coleccionistas de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom a 300 o 400€ en Wallapop al poco de abrirse las reservas, por desgracia para estos, conseguir una reserva no fue “tan difícil”, de hecho a día de hoy aún se puede ver alguna edición por Amazon de vez en cuando y el precio ha caído bastante en este tipo de plataformas de compra-venta.
Pero ¿Por qué la gente acepta pagar esos precios? Bueno, aquí habría muchas respuestas (posiblemente tantas como personas) pero el principal motivo es casi seguro el FOMO. Mucha gente que se dedica al coleccionismo ha visto en los últimos años como los precios han ido aumentando exponencialmente a medida que más gente se ido uniendo a esta moda y muchos sitios han visto un filón en el mercado de la segunda mano, haciendo que muchos se paren a pensar mucho lo que compran o cuando lo compran. Sin embargo, hay otros que aceptan estos precios con la excusa de que no lo encontrarán más adelante, pero incluso hay otros que al ver precios que multiplican por 3 o por 4 el precio original, no solo no se sorprenden, sino que incluso les parece un buen precio, bien porque es una edición precintada, de cierto país en concreto, etc…Esto hace que muchas tiendas y aplicaciones de segunda mano pongan precios tan altos, porque saben que alguien se los compraran.
Toda esta vorágine de especulación con productos retro también ha hecho aparecer a gente que se dedica a vender “repros” de cartuchos de videojuegos (hablo de videojuegos porque es el tema que nos atañe, pero aquí también entra la música, películas, etc..), esto no es más que la reproducción de cartuchos de videojuegos que usaban este sistema, esto como tal no tiene porqué ser un problema, siempre y cando se advierta del producto que se está comprando y que este no es original (aunque vender una copia de un producto sin autorización muy legal no es), el caso es que mucha gente aprovecha esto para venderlos como originales e inflar el precio con sus correspondientes problemas, además de legales, porque estás engañando a un comprador y porque incluso existe la posibilidad de que dañen la consola (de esto no tengo conocimiento de primera mano, pero si he leído en varias ocasiones que puede ocurrir). Aunque estamos hablando de que las “repros” se hacen de productos retro, porque son las que usaban cartuchos, no olvidemos que NIntendo Switch también los usa y no es ajena a este problema, incluso en productos que usan CD se pueden encontrar repros, por lo que hay que estar muy atentos cuando compramos productos en plataformas como Wallapop, Vinted, Milanuncios, etc…
En un comentario de la publicación de la que os hablaba al principio, una persona me decía que la tienda ponía ese precio porque la persona que lo llevo a vender había pedido un alto precio por él, la verdad es que no sé cómo funcionan ese tipo de tiendas, pero si es cierto y aceptas comprar un producto por encima de su precio de mercado es porque sabes que le vas a sacar beneficio, con lo que ya estás formando parte de esa especulación, porque en los últimos años se ha visto como muchas cadenas de tiendas se están aprovechando para vender productos catalogados (mal catalogados a veces) como “retro”, así he visto algún Pokémon Cristal por 300€, algún Parasite Eve por 150€ o Persona 3 Portable por 145€, etc…
Como veis, el mundo del coleccionismo no es apto para todos los bolsillos, y menos actualmente, y viendo la tendencia del mercado, no parece que la situación vaya a mejorar a corto plazo. Lo que nos queda a la gente que de una u otra forma nos gusta tener algún título clásico que no está en nuestra colección (porque no pudimos tenerlo en su momento o porque lo tuvimos y ya no lo tenemos) es tener paciencia y esperar a que aparezca la oportunidad de hacernos con esa preciada pieza a un precio asequible y no sucumbir a la tentación de FOMO.
¿Vosotros qué opináis de la situación actual del coleccionismo? Me gustaría conocer lo que pensáis.