Nos ponemos en la piel de Daryl Dixon Deacon St. John en esta aventura zombitástica
Publicado por Sergio García Esteban el 06/11/2023
Versión analizada: PS4
Hubo un tiempo en el que los zombies y las historias postapocalípticas estuvieron de moda, frikis. Había series en televisión y películas en el cine, se lanzaban multitud de videojuegos sobre el tema, la gente estaba saturada... Un momento, ¡ese tiempo es ahora! (aunque ya se ha pasado un poco el boom, todo hay que decirlo).
Desde que Capcom popularizara juegos con estos protagonistas durante la década de los noventa, raro es el año en el que no sale para las consolas uno o dos títulos con esta temática. De hecho, se han hecho tan populares que hasta se hacen ránkings con los mejores juegos e, incluso, hay quienes los consideran un género en sí mismos.
Tomando esto como referencia, resulta cuanto menos arriesgado lanzar un videojuego de zombies en la actualidad, pues cuesta destacar entre la multitud. Pero nuestros queridos amigos de Bend Studios no conocen la palabra miedo y, en 2019, lanzaron al mercado Days Gone, un juego de mundo abierto donde podemos explorar un basto territorio mientras hacemos frente a una gran cantidad de muertos vivientes. ¿Merece la pena este título o, simplemente, será uno más en la larga lista de videojuegos de no-muertos? En las próximas líneas, responderé a esta pregunta. ¡Comenzamos!
Creo que, en este caso, podría hacer una review del juego comentando detalles jugosos de la trama, ya que estamos hablando de un título de hace cuatro años y que, probablemente, muchos de vosotros os hayáis pasado. Ahora bien, para ser fieles a la máxima de este blog en particular, y de 'Palabra de friki' en general, voy a seguir la tónica de análisis libre de spoilers, al menos en lo que a la historia se refiere.
Dicho esto, toca hablar del argumento. Days Gone nos pone en la piel de Deacon St. John, un motero que, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en un apocalipsis zombie que destruye el mundo tal y como lo conocemos.
En medio del caos propio propiciado por ver cómo la mitad de la población se ha convertido en unos monstruos come-cerebros, Deacon, que trata de escapar de la ciudad con su mejor amigo, Boozer, y su mujer, Sarah, se ve obligado a separarse de esta última, ya que ha recibido un ataque y no puede andar.
Deja a su esposa con unos médicos, que van a llevarla a un hospital de campaña para curarle la herida, y se despide de ella con la promesa de volver a encontrarse unos días después. Como os podréis imaginar, al llegar Boozer y él al campamento donde debería estar Sarah, este ha sido arrasado por los zombies y, por supuesto, no hay ni rastro de la mujer. ¿Ha muerto? ¿Consiguió escapar? Todas esas dudas asaltan al pobre Deac.
Así, los días van pasando (de ahí el título del juego, ¿lo pilláis?), pero nuestro querido protagonista, que trata de sobrevivir como buenamente puede al apocalipsis, no pierde la esperanza de reencontrarse con su amada.
Nuestro cometido en Days Gone no es otro que sobrevivir. Para ello, vamos haciendo trabajos para las diferentes facciones de humanos que han sobrevivido, y que ahora viven recluidos en campamentos, mientras recorremos el mapa montado en nuestra moto.
Quizás aquí ya os hayáis dado cuenta, pero lo cierto es que el título bebe mucho de The Walking Dead y, más concretamente, de Daryl Dixon, el personaje al que da vida el actor Norman Reedus. Y es que Deac, al igual que Daryl, es un tipo solitario, al que le cuesta confiar en los demás, que va en moto y que, en el fondo, tiene buen corazón.
Esto no es malo, ni mucho menos, pero sí que resulta, tal vez en cierto sentido, chocante. Y es que, si habéis visto la serie, es probable que, durante el desarrollo del juego, veáis los paralelismos que hay entre ambas historias, por lo que no es de extrañar que tengáis la sensación de que ya habéis vivido lo que está pasando. Ahora bien, hay que reconocer que, llegado cierto punto de la trama, el juego se distancia de la serie y adquiere personalidad propia.
Dejando de lado las referencias a la obra de Robert Kirkman, lo cierto es que Days Gone es un juego entretenido que, sobre todo en los compases iniciales, cuando todavía no estamos familiarizados con los controles, nos hará sentir miedo ante la idea de estar solos ante el peligro, en un mundo rodeado de zombies.
Si queremos sobrevivir, tenemos que adaptarnos al entorno, aprovechar nuestras ventajas y, además, mejorar no solo nuestro equipamiento, sino también nuestra moto. Y es que nuestra motocicleta, además de ser nuestro medio de transporte en un basto mundo, también será nuestro mejor aliado en los momentos difíciles, por eso es importante que esté siempre a la última.
Uno de esos momentos difíciles a los que hago referencia es, precisamente, uno de los más destacables de este título. Y es que, si hay que destacar un aspecto verdaderamente positivo de Days Gone, ese es, sin ninguna duda, la inclusión de las hordas de zombies. Reconozcámoslo, frikis, no hay nada que produzca más temor que tener que hacer frente tú solo, armado únicamente con una escopeta y unas cuantas granadas, a cientos y cientos de muertos vivientes que se abalanzan sobre ti a la vez.
Para mí, un aspecto relevante de todos los títulos a los que juego es la duración, pues quiero saber cuánto me va a llevar completar la aventura que estoy a punto de comenzar. Por este motivo, siempre me gusta dedicarle un apartado especial en todos los análisis.
En el caso de Days Gone, terminar la historia principal nos puede llevar, aproximadamente, unas 30 horas.
Ahora bien, si queremos ser "completistas" y realizar todas las misiones secundarias y tareas, tal y como me ha pasado a mí, la duración se puede duplicar y, cuando nos queramos dar cuenta, habremos jugado unas 60 horas, más o menos.
En este sentido, he de reconocer que, a pesar de su larga duración, y de que a nuestro compañero Jose Manuel Moldes los juegos actuales cada vez le resulten más largos, lo cierto es que he disfrutado bastante con Days Gone y no se me ha hecho pesado. Eso sí, no todo es bueno. Hay algunos aspectos que son mejorables y que, como os podréis imaginar, os voy a comentar a continuación.
Cuando jugué a este título, hubo un hecho que me sorprendió, frikis. Y es que, a medida que avanzaba en la historia, me di cuenta de que muchas de las misiones siguen el mismo esquema.
El guion es el siguiente: te adentras en un edificio, campamento, base enemiga... porque debes hacerte con un objeto, o tienes que recatar a un rehén, o quizás tienen información que necesitas, etc. A medida que vas avanzando por el escenario en cuestión, debes hacer frente a unos cuantos zombies. Una vez consigues tu objetivo y te dispones a salir, un grupo de "malos", en este caso humanos, descubre que estás ahí y te ataca, por lo que no te queda más remedio que salir de allí a base de disparos.
Esta repetición de esquema me hizo tener la sensación de que los guionistas, llegado cierto momento del juego, se quedaron sin ideas con las que innovar y optaron por hacer copia-pega en el argumento.
Además, más o menos cuando llevaba un 60% completado, empecé a notar ciertas prisas por parte de los desarrolladores para terminar el juego. Y es que, mientras que la primera parte del título está contada con mimo y detalle, cuando llegas a este punto de la trama, todo se desarrolla demasiado deprisa y el final se precipita. Es cierto que la historia no da para mucho más y que, tal vez, quisieron hacerla más larga de lo que en realidad debería haber sido, pero la verdad es que es una pena que ocurra este hecho, ya que empaña el gran juego que es Days Gone.
A pesar de esto último comentado, lo cierto es que estamos ante un título bastante notable, que seguro que os hará pasar un buen rato. Os gustará si sois fans de The Walking Dead y de todo lo relacionado con el género zombie, aunque, quizás, se os haga un poco repetitivo.
Por todo lo mencionado, le doy a este título un notable bien merecido.